domingo, 2 de mayo de 2010

La teoría y la práctica del juego

Los objetivos de la Educación Infantil han de conjugar armónicamente la teoría y la práctica; la teoría ofrece los conocimientos biológicos, fisiológicos, pedagógicos, psicológicos, sociales, etc., que materializados en la práctica la justifican, confirman y enriquecen. La teoría educativa es una forma de concebir la educación, y la práctica educativa es la forma de aplicarla, de concretarla. Hablar de teoría es, a grandes rasgos, hablar de un sistema de ideas, de conceptos acerca de los fenómenos de la realidad, o de una esfera de ella. La práctica es la concreción de ese sistema de ideas, su manifestación en un sistema de acciones y de relaciones que tienen lugar en una institución, o fuera de ella, para cumplir los objetivos de la educación.




Es entonces evidente que existe una estrecha relación entre teoría y práctica, y que debe haber coherencia entre ambas. No obstante, este vínculo es con frecuencia ignorado; una razón puede ser la insuficiente elaboración de la teoría desde el punto de vista conceptual; otra, que los encargados de aplicarla no hayan profundizado suficientemente en ella. Es decir, que aun conociendo la teoría, esta no se aplique consecuentemente.
De acuerdo con la concepción que se tenga de la relación entre la educación y el desarrollo, así ha de ser, en consecuencia, la teoría que se asuma, ya que existen múltiples teorías educativas que responden a una concepción diferente del desarrollo.
Para unas, la educación debe esperar a que el desarrollo se produzca; para otras es un proceso donde ambos ocurren simultáneamente; otros entienden que la educación antecede y guía el desarrollo.
El juego no es una excepción de lo anterior, por lo que se hace indispensable conocer en profundidad su teoría para su apropiada puesta en práctica, pues la misma tiene una forma particular de responder al enfoque teórico
que se asuma.

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